Y tan calladito que se veía el Aleman...

Largo tiempo sin noticias, y la verdad es que me resultaba complicado permancer mucho tiempo en un computador de la universidad y tratar de sentirme como en casa para contarles mis anécdotas.

¡Pero con la adquisición de mi Lentium® IV, tengo la posibilidad de administrar mi blog desde mi pieza!

Bueno les cuento que vengo llegando de Amsterdam, porque por causa de mi proyecto de Taller de este semestre, me vi en la inevitable situacion de formar parte de un viaje de 5 días por la ciudad Holandesa, y de pasadita Köln en Alemania. Las fotos estan esperando ser publicadas, y esta semana estarán abiertas al respetable.

Pero pa variar me pasó algo freak durante este viaje. Es que no podía ser menos, estas cosas me pasan siempre a mí. La semana anterior conocí en mi taller a un alemán, Mark, que desde el primer momento se caracterizó por ser muy simpático, por lo que se ganó mi simpatía. El lunes 7 de noviembre, al momento de partir hacia Köln, nos encontramos en el bus, así que nos pasamos gran parte del viaje echando la talla, conversando de arquitectura y otras cosas. Como no conocía mucha gente me inscribí en las piezas de los hoteles con él y sus amigos, así no dormiría con alemanes hediondos y además desconocidos, porque debo decir que a Mark se le muere el ala mas seguido que a mí.

La buena onda se respiraba en el ambiente. Al llegar a Köln tuvimos que escuchar un par de charlas, y efectuar unas visitas a terrenos en la ciudad, por lo que lo unico que conocí de Köln fué su catedral, lo que no es menos en vista de las circunstancias. Luego de registrarnos en el hotel, finalmente tuvimos tiempo libre para recorrer la ciudad. Ya era de noche y el hambre arreciaba. Así que el lugar de destino se acordó sería el McDonald's (nunca falla). Ahi partimos Mark, Gunnar (si Gunnar), Johen (o algo así) y yo (el Juampi). Luego de comer nos separamos cada uno por su lado, pero yo me fui con Mark a recorrer Köln, porque él había vivido ahi mucho tiempo, así que se manejaba.

Luego de pasear y de pasada comprar una toalla de baño por tres euros, ya que había olvidado la mía en casa, se nos ocurrió ir a tomar algo. Mark eligió el lugar ya que se manejaba el tipo. Nos pedimos unas crevezas y seguimos en amena conversación. Le conté de mi amor, la Maca, y lo difícil que ha sido todo esto pa nosotros, el estar lejos el uno del otro y el tiempo que aún nos queda. El se mostró muy comprensivo, de hecho entedió hasta los posibles celos que pudiera sentir Macarena durante este tiempo.

Cuando le pregunté cual era su situación, si el tenía polola (Freundin en alemán), me dijo que no, que nunca había tenido. Sorprendido le pregunté por qué no había tenido polola hasta el momento. El me dijo que por lo general tiene pololos (Freund en alemán). Que se me haya desfigurado la cara es poco decir. Un gota helada me recorrió el espinazo, y de pronto, cual Bruce Willis en "Sexto Sentido" descubro, casi al final de la historia, que todo lo que ha pasado en el día no es lo que yo había creído. Parto por descubir que a mi lado se encuentran dos homnbres tomados de la mano, tomando una cerveza y conversando amenamente. Atrás mío la misma escena me corrobora que no me encuentro precisamente en un Pub como cualquier otro. Es un bar de Gays, y mi nuevo amigo Mark también lo es.

Todo el día junto a él no había sido mas que un intento de conquista. Puedo decirlo con propiedad porque mas tarde Mark me confesó que le gustaba, y que yo era su tipo. Mark me había comprado un Café, me tiró piropos durante el día que nunca descifré como homosexuales, y de hecho comprendía los celos de Macarena por que él en el lugar de ella, también estaría celoso. ¡De mí por supuesto!

Traté de verme normal, de no demostrar sorpresa, porque homofóbico no soy, pero me pillo de sorpresa el tipo. Mark me dijo que si me incomodaba me podía ir, pero yo dignamente le dije que no había problema. Me tome lo que quedaba de creveza, el pagó, y partimos. Cada uno pa' su lado pues el se iba a juntar con un "amigo". Yo me despedí y partí corriendo al hotel. No lo podía asimiliar todavía. Iba a dormir 4 noches con Mark en las piezas de los hoteles. Me la hizo buena el tipo, y yo caí redondito. Le conté a la Maca por Internet, lo que me dejó mas tranquilo.

Me fui a dormir temprano, con el culo pa la pared por si acaso. La cosa es que la simpatía entre ambos no se perdió pero claro ya no eran las cosas iguales. La buena onda no se perdió pero Mark se ponía medio pesado de vez en cuando. Es que el tipo insistía en coquetearme, y yo me cansaba de decirle que tenía cero opción, precisamente por dos razones. Una que estoy enamorado de la Maca y otra ¡Que no me gustan los hombres! Mis intentos fueron inútiles pues, al parecer, él acuna la esperanza de darme vuelta o algo así. Bueno para vuestra tranquilidad no intentó nada conmigo, mas que tirarme la talla y unos piropos varios. Pero entre broma y broma...

Bueno ahora estoy seguro en mi casa, espero que eso se mantenga, y ya veremos cómo se va dando la cosa. A veces me pregunto si estas cosas me pasan por ser buena onda o simplente de Hueón.