El día despues del debate.

Gracias a la tecnología y a mi conexión de Internet, tuve la oportunidad de ver el último debate presidencial, en mira a las elecciones presidenciales de segunda vuelta a efectuarse el 15 de Enero.
Solo lo podría definir como IMPRESENTABLE. Partiendo por esa música clásica que ponían para cada vez que se iban o volvía de comerciales. Como queriendo darle una altura y clase a un debate que en su desarrollo careció de ellas. Es que luego de escuchar las declaraciones de ambos candidatos, me dio lástima darme cuenta que Chile no tiene siquiera un buen candidato participando en esta elecciones.
Ninguno de ellos me convence, y no es que sea un tipo anti política ni defensor del típico discurso que "la política está podrida". Es que para mí fue patético ver como Piñera se Lavinisó, en un discurso de cierre que, si pretendía hacer llorar a alguien con el testimonio de esa señora Juanita que lo miró a los ojos rogándole por empleo y el fin de la delincuencia, fallo catastróficamente en el esfuerzo y sólo me hizo reír.
Con Bachellet me dio un poco de vergüenza que no sepa hablar bien, que se le deshilan las frases con tanta facilidad, que varias veces me costó entender si estaba hablando del desempleo, la corrupción o los subcontratistas sobrepagados. Su llamado final a "hacer historia eligiendo a la primera mujer presidente" me pareció inocente y casi anecdótico. Me gustaría que un presidente hiciera historia por más que su genero, pero me imagino que quiso referirse a otra cosa, solo que no pudo expresarse bien, algo típico en ella.
Pero mas allá del debate, me causa tanta simpatía ver a dos enemigos tan acérrimos como Piñera y Lavín, abrazados buscando el poder presidencial y hablando de una Alianza nueva (menos de un mes de vida) y abierta al pueblo. Es que no me cabe duda que si Piñera pierde esta elección, todo el conglomerado de la UDI se lo va a comer hasta con zapatos, como lobos hambrientos, culpándolo a él y a Renovación, de quitarle la posibilidad de triunfo a Joaquín Lavín, con su aparición a última hora en la carrera eleccionaria.
No deja de ser patético como Alvear y Bachellet se funden en abrazos de felicitación, cuando les falta poco para sacar los cuchillos y enterrárselos en la espalda mutuamente, porque está claro que socialistas y demócratas cristianos no se soportan. Pero bueno, alguien concertacionista dirá que precisamente esas diferencias de opinión hacen grande a la Concertación. Puede ser, pero la hipocresía y decir y hacer lo "políticamente correcto" nunca han engrandecido nada.
Bueno si alguien me pregunta si estoy inscrito, les digo que no. Tienen todo el derecho a decirme que si no estoy inscrito mi opinión no cuenta. Lo único que les puedo decir es que escribir es gratis y leer este texto fue su elección. Quizás la elección más democrática que han tomado en los últimos meses. ¡JA!
P.S.: El periodista Guillier, preguntando estupideces que sólo le interesan a él, como sobre qué opina el candidato, acerca de los periodistas amenazados de ir a la carcel por hacer su trabajo (por que a é casi lo meten en cana, por andar jugando con cámaras de espionaje); A ese periodista deberían meterlo de inmediato a la carcel, ¡Por GIL!